Caminar es la mejor manera de conocer un lugar, te puedes adentrar en cada zona tanto como quieras, preguntar, adentrarte más y seguir preguntando; de esta manera conocimos parte del municipio de Dagua Valle del Cauca.

Llegamos con Yazmín y Sergio a San Jose del Salado, donde una de las especialidades gastronómicas es el pandebono, que salía recién horneado de la tienda de la esquina. Una de las versiones del origen del pandebono se atribuye a Genoveva, cocinera de la Hacienda El Bono, quien preparaba un delicioso alimento para los jornaleros de la hacienda, por la cual pasamos una vez emprendimos camino hacia El Limonar.

Absalón, habitante por muchos años de El Limonar, cuenta que fue un pueblo donde hubo asentamiento de españoles y esclavos, señala un árbol en donde según él azotaban a los esclavos, y dice que la Quebrada La Española que pasa por ahí, debe su nombre a que en sus aguas se ahogó una española.

La idea inicial era llegar a Dagua trotando por toda la carretera que lo une con San José del Salado, para rememorar el que pudo ser el ingreso de los españoles al Valle del Cauca, pero estando en El Limonar, nos hizo ojitos el Alto de Santa María, un cerro tupido de pinos que quiso que estuviéramos en medio de él. Luego de voltear un poco por la Montaña, entramos en aquel bosque de pinos, formados uno tras de otro como si se tratara de una orden de mando militar. La frescura del lugar, la luz tenue del sol entrando, y el suelo cubierto de hojas y ramas mojadas por la lluvia, fueron el escenario para que un gato de monte nos diera una vuelta y saliera intimidado a esconderse entre el bosque.

Paso por el bosque de pino


Luego de cruzar aquel lugar tan especial, llegamos a la cabecera de Santa María, un acogedor pueblito de casas bien pintadas, desde el que se puede bajar a Dagua por la carretera que pasa por unas cruces, o tomar un deshecho que pasa por encima de la planta de Harinera del Valle.

Tras 7 horas y haber recorrido 25 kilómetros, llegamos a la cabecera de Dagua, municipio del Valle del Cauca característico por la piña; hay sembrados de este manjar por cualquier lado, distribuyéndose a buena parte del país y también procesándose en dulces, de los que sin duda hay que probar el helado de piña de doña Olivia Díaz, qué cosa más buena. Estos helados se consiguen en la Calle 9 # 8-16, barrio Las Camias, donde llegamos por los últimos cuatro helados, dos para Yazmin, uno para Sergio y otro para mí, porque uno de los vecinos había acabado con casi toda la producción del día.

Dagua Valle del Cauca. Paisajes, piña, historia


Como anécdota para resaltar, las mejores indicaciones para hacer esta ruta nos las entregaron dos personas de avanzada edad, que claramente han caminado su zona y conocen sus recovecos; preguntamos también a algún joven, pero fue impreciso al describirnos el recorrido. Felizmente terminamos comiendo helado de piña en Dagua Valle del Cauca, enamorados cada vez más del hermoso Valle del Cauca.

por RENÉ ALEJANDRO HUERTAS CAICEDO
Picolorense