Cuando en el siglo XIX se hacía el viaje de Buenaventura a Cali, ya en lomo de bestia, se paraba en lo que hoy conocemos como El Salado, para descansar y quitarse la sal gruesa y pegajosa, que traía el viajero por haber atravesado parte de la selva húmeda del pacífico, es decir, se quitaba el salado.
Desde este punto hacia Cali la humedad no es tan alta, por lo que el viajero se quitaba el saladito, antes de llegar al pueblo grande.
He aquí una versión del surgimiento de los nombres, El Salado y El Saladito, contada por un habitante de El Saladito, que nos encontramos mientras caminábamos por el cañón del Río Aguacatal.
Encajando con esta historia, en El Saladito pasa la Quebrada los Arrieros, en donde se daba descanso y comida a las bestias.
Por otro lado, existió una hacienda ganadera en el siglo XIX llamada El Salado, en la región que hoy conocemos con ese nombre, de la que hay repetidos registros de cambio de dueño, al parecer porque era muy costosa su manutención.
Actualmente tenemos a San José del Salado como un corregimiento de Dagua, y El Saladito como un corregimiento de Cali.
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REFERENCIAS
José Escorcia. Haciendas y estructura agraria en el Valle del Cauca, 1810 – 1850.
Plan de Desarrollo del corregimiento El Saladito, 2001 – 2004.