Con la expectativa del caminante que no conoce la ruta a seguir, marchamos muchos hacia San Vicente del Chucurí. Buscando las huellas camineras de Legenke, la tierra del cacao; la bravía gente de Santander. Asistir a la cita, llegar temprano a la convocatoria; prestos acudimos caminantes de todo el país. En un “Canto al cielo”, como dice el Chucurí.
Y es que aquella ciudad enclavada en gran ramal de la cordillera oriental ubicada en el centro del departamento, es el ángulo llano del triángulo que forma con Barranca al occidente y al oriente la capital.
Chucurí de la gente amable, del clima sin igual. Tierra cálida sin plagas, ciudad entre la selva donde la vida se hace cordial. La entereza del fundador Sacramento Cristancho, la llevan a flor de piel. Como lo dijo Manuel, el organizador del evento: “aquí todos en Santander caminamos por los mejores procesos de formación cultural con crecimiento de conciencia para restarle pasos a la muerte ocasionada por violencia”.
Como andariego que he sido por la costa e interior, Centro y Suramérica, a decir de Santander “es aquí mucho lo mejor”. Cuna de comuneros, nido de la libertad; “en la gesta de la independencia, Santander es primero”. Floté en viento de seda por Zapatoca sabiendo de economías, de San Gil al Socorro, y Oiba del pesebre. Fui anduvio víctima del asombro un día, por la simpar belleza de las chicas de Guadalupe. Embrujado llegué a pata, hasta los pies de la ciudad cívica y culta de Puente Nacional. De otro lado, apreciar el territorio Guanentá. Para curar este mal de caminorragia en Baricahara tomé unos tragos de Whisky en sabajón antes de dar la vuelta a tomar el Gran Cañón del Chicamocha.
Conocidos en andancias nos volvemos a encontrar: Chucho, óscar, Matilde, Mariano y Antofanor; Rocío, Jhonny, Tere, las gemelas y mil caminantes más. Llegaron los de Bogotá, Antioquia y Eje Cafetero agrupados como racimos y Hernán hablando de los caminos con el nacional del Quindío para el año dos mil trece. Cada quien trae su experiencia de andadura para contar y compartir, al parque nutrido de ventas porque San Vicente es una despensa de café, cacao y frutales esperando a los viandantes.
Los de la andurria ilustrados por la sabiduría del amigo Gilberto Carmargo cuyo segundo apellido hace alarde de “su persona” cuando de andares se trata: Amorocho. Todos hablan en conversatorio de problemas del país como el caso de la minería que se ve de los senderos, grandes empresas en nuestra tierra manejadas por forasteros deforestando el cobijo vegetal, ensuciando el agua que bebe el pueblo y así se esfuma futuro y economía nacional. En la Asamblea general se escucha a Gloria Corredor, nueva secretaria de quien su mismo apellido da razón de sus andanzas.
Qué bien lo hizo Néstor y con él todos los guías, a Bomberos y la policía por la Cueva del Avión y con soldados del batallón a nadie dejaron arrebatar de la roca pendiente ni de la cascada aguas arriba. ¡Que otro camino de aventura, Por Dios con menos bravura!
En la casa de la Cultura fuimos todos recepcionados, sentimos gracejo y cordura, en atenciones, nadie se sintió aislado. Supimos de caminazos como menú del encuentro comenzando por el de Legenke colmado de crónicas del pasado y por la Sombra del Cacao al Paso de la Campesina fuimos a La Salitra. Más abajo La Cueva de los Aviones, más arriba Oratorio La Mancarita. Opciones como Boquerón-Filos de Morelia o Miradores de Buenavista. Me resta por mencionarles dos andaderos geniales Entre Encantos y Cañorrojo con San José de los Helechales.
El mundo debería saber de estas cosas que pasan en Colombia, de los camináticos de paz, andajos de montañas sagradas con sueños de andadura.
Que lo digan los venezolanos que también se la gozaron, hicieron las mejores rutas. Fiesta de la andádiva sin igual porque todos somos hermanos.
¡Santander risueño, viva San Vicente de Chucurí viva. Viva por siempre nuestro país!
Esta canción venimos trinando en el corazón los más de un millar de andariegos participantes del décimo primer encuentro nacional de caminantes después de tan organizada y amable andazón por la tierra del cacao. Gracias y mil gracias a la muy respetable organización.
por ÁLVARO IDÁRRAGA ALZATE
Director Caminantes de Guatape-Antioquia/Colombia/Sede XIII ENC-2014