La primera vez que estuve en el Páramo las Domínguez, no esperaba ver frailejones, fue una total sorpresa llegar a un ecosistema de páramo, que se mezcló con un sentimiento de susto, porque sabía que los páramos en el Valle del Cauca eran zonas peligrosas, zonas de conflicto armado. Era el año 2009 y fui invitado a caminar por Pedro, amigo palmireño, a una “ruta brutal, de las mejores que hemos hecho René Alejandro”. Pedro es ciclista empedernido, amante de largas y exigentes jornadas en ambientes naturales, como me gustan a mí, así que facilito dije que sí, sin preguntar nada más.

Quedé tan fascinado con esa ruta, que una o dos veces al año íbamos con Pedro y sus amigos, siempre ascendiendo hasta el Páramo las Domínguez por El Moral, vecino de Tenerife, ambos corregimientos de El Cerrito, Valle del Cauca. Las primeras veces tenía la sensación de que algo nos podía pasar, por la situación de violencia que se vivió en la zona años atrás, pero esta sensación fue disminuyendo con el tiempo, respaldada también por lo que nos decía Tolima, razón tan fuerte para visitar aquel lugar, como el mismo páramo. Tolima es un amigo campesino que vivía en una casita en El Moral, con su esposa y sus dos hijas, excelente conversador, con el que pasábamos muy buenos momentos.

Ayer conocí otro acceso al Páramo las Domínguez, el cual inicia en Tenerife y sube hasta el páramo por la Finca Tekendama, tierras de la familia Arango, de los primeros pobladores de Tenerife. Estas son algunas percepciones de ambas rutas.

ASCENSO AL PÁRAMO LAS DOMÍNGUEZ POR EL MORAL


Ruta larga, pedregosa hasta muy arriba, inicia el recorrido entre las esbeltas palmas de cera; los paisajes que van quedando atrás son espectaculares, composiciones siempre diferentes de nubes, cielo, neblina y montañas.

El camino pasa por diferentes fincas ganaderas, donde la última antes de llegar al páramo, tiene una lagunita con tres patos. La entrada al páramo cuando no subía con Tolima, siempre fue un misterio, el páramo me dejaba ingresar, pero era como si se resistiera a dejarme salir, a pesar de haber hecho un trato con él; yo no usaba gps ni marcas en el camino y él me trataba bien con el clima y me dejaba salir fácil, cumplía con la mitad, varias veces me puso a voltear para poder regresar.

Cabras salvajes en Páramo las Domínguez

Uno de los ascensos sería muy especial, porque hasta el momento ha sido la única vez que haya visto un animal en ambiente natural, unas cabras salvajes. El día estaba lluvioso, frío y con neblina, pero ahí estaba la hermosa pareja de cabras, extrañada de vernos, con sus largas y sucias barbas, dejadas a la suerte de quien habita sin ninguna comodidad en el páramo.

ASCENSO AL PÁRAMO LAS DOMÍNGUEZ POR TENERIFE


El ascenso al Páramo las Domínguez por este sector es mucho más tranquilo que por El Moral, dado que inicia más arriba, es decir, más cerca al páramo.

Desde Tenerife hay una carretera que sube hasta el páramo, maravillosa para practicar ciclomontañismo, a la que también se puede llegar caminando por un sendero interno de la Finca Tekendama. El tramo desde la casa de la finca hasta la carretera, es en su mayoría bosque de niebla, todo un espectáculo cuando baja la neblina. Pocos metros antes de llegar a la carretera, ya encontramos el ecosistema de páramo, que nos acompaña el resto del recorrido. Este sector comprende dos lagunas: Laguna Negra y Laguna Azul. A la primera se tiene acceso, y la recomendación es contemplarla desde su mirador a bordo de carretera; bajar a ella es poner en riesgo el ecosistema, se trata de un ambiente muy frágil. La Laguna Azul está al lado de la Fuerza Aérea Colombiana, entidad que protege toda esta zona, y el paso hasta allá es restringido.

SITUACIÓN ACTUAL

De los senderos mencionados, solo puede usarse el de Tenerife ingresando por la Finca Tekendama. Este sendero fue certificado por la CVC y la Universidad Autónoma de Occidente como apto para el ecoturismo, luego de un estudio que se realizó.

El sendero de El Moral quedó inhabilitado porque por este se accede a territorio de la Fuerza Aérea Colombiana, el cual está permanentemente custodiado, pudiéndose interpretar el paso de personas por este, como una invasión del territorio por parte de ellos, así que por seguridad de todos, este sendero no debe usarse.

Hay un tercer sendero que llega al páramo, el que sube por el sector de La Cristalina, pero este se encuentra prohibido por ser la zona de donde se toma el agua para el acueducto de Tenerife, razón por la que no debe existir ninguna actividad en el sector, exigencia realizada por la Unidad Ejecutora de Saneamiento.

Por ser un sendero que pasa por una propiedad privada, el acceso al Páramo las Domínguez por la Finca Tekendama tiene un valor por persona que se está definiendo. Adicional se debe contar con el acompañamiento de un guía de la región por cada 15 personas. Esta medida de control fue aprobada por CVC y la Universidad Autónoma de Occidente y acogida por Asopalm, organización liderada por campesinos y líderes comunitarios de Tenerife, a quienes lo que más les interesa es hacer un turismo sostenible, que les permita acceder al páramo sin causar daño alguno.

Este es solo uno de los frentes que se está trabajando en Tenerife con el Corredor Turístico de la Montaña, un proyecto para visualizar esta región, prepararla para el turismo, para finalmente tener un desarrollo sostenible en la zona con el turismo como actividad principal.

por RENÉ ALEJANDRO HUERTAS CAICEDO
Director General Picoloro Ecoturismo