El domingo 8 de septiembre de 2019 a las 6 de la mañana nos reunimos en la terminal de trasporte de Cali: Nancy, Edelmira, Yolanda, María Eina, Gloria que salía por primera vez con nosotros, el joven Sergio y yo para viajar en un bus público hasta San José del Salado.

El bus se dirigió a la salida por la Portada al Mar, dejando la planicie del valle del Río Cauca, remontando la cordillera Occidental hasta su máxima altura en el kilómetro 18, para seguir descendiendo hacia Dagua y Buenaventura.

En el kilómetro 26 se desvió hacia la izquierda y entró en la antigua vía al mar o carretera Simón Bolívar, una vía estrecha, pavimentada en algunos tramos y destapada en otros, que trascurría por un terreno ondulado, poblado por bosques y parcelaciones.

Al cabo de hora y media llegamos a Borrero Ayerbe (Kilómetro 30), corregimiento de Dagua, ubicado en una cuenca cordillerana deforestada, pueblo con un agradable clima templado preferido para veranear por los caleños.

Después de una breve parada el bus continuó su viaje, a la media hora llegamos a nuestro destino San José del Salado.

San José del Salado es un pequeño poblado semiurbano, cabecera del corregimiento de su mismo nombre, perteneciente al municipio de Dagua, ubicado en una cuenca rodeada de montañas de la cordillera Occidental.

El origen de este poblado se debe a que fue un lugar de paso obligado, utilizado por los viajeros, que hacían el duro recorrido entre Cali y Buenaventura y viceversa en épocas de la colonia, en el siglo XIX hasta comienzos del XX.

LA ANTIGUA VIA AL MAR

Desde la época de la conquista, cuando fueron fundadas las ciudades de Cali (1536) y Buenaventura (1540) y después durante la colonia, se sintió la necesidad de buscar y construir una vía o salida al mar que las uniera.

El Camino de Hojas

En la colonia se trazó el denominado Camino de Hojas que lo describe en su crónica el viajero francés Eduardo André, así:

“Se salía de Cali por el norte, hasta Yumbo de allí se tomaba la quebrada Mulaló hasta alcanzar la loma Cresta de Gallo y un poco más arriba hasta el Paso de la Torre, estando ya en Vijes, atravesando Potrerillos llega al pueblo de las Pavas.

En la jornada siguiente sale de las Pavas, atraviesa algunas montañas y llega a la hacienda Cimarronas y luego descendió por una cuesta montañosa de la que no pueden dar idea alguna los peores caminos de Europa, hasta donde se badea el río Dagua, para luego tomar la hacienda del mismo nombre, hasta llegar a la confluencia del río Bitaco con el Dagua, pasando por la aldea, Juntas del Dagua en la confluencia del río Pepitas al Dagua y en este punto se continúa en canoa a Buenaventura”.

Este fue el camino colonial que prestó servicio desde el siglo XVI hasta el XIX y principios del XX, que se hacía a pie o con cargadores humanos; también se usaron las recuas de mulas con limitación por las dificultades del camino.

Una nueva ruta entre Cali y Buenaventura

En la época republicana, en 1829 el libertador Simón Bolívar ordenó que se abriera un camino mejor entre Cali y Buenaventura, para lo cual comisionó al coronel Eusebio Borrero para emprender esta empresa, utilizando los presidiarios.

Esta iniciativa fracasó, así como otras que se intentaron debido a varias dificultades y a la competencia del ferrocarril. En el siglo XX se retomó seriamente la construcción del Camino de Ruedas (como se le llamaba en esa época) o Carretera Simón Bolívar (como se llamaría definitivamente), como medio complementario al ferrocarril que se había terminado de construir en 1915, desde Buenaventura hasta Cali.

El 24 de junio de 1926 se crea un ente de economía mixta que se encargaría de ejecutar la obra. El 22 de junio de 1946 se inaugura la carretera de 120 kilómetros, una vía estrecha con solo 35 kilómetros pavimentados. San José del Salado quedó situado en una curva de esta carretera.

via al mar cali buenaventura picoloro ecoturismo

Construcción de la carretera al mar
Primer trazado. Año 1937

Después de construirse la variante Buga Loboguero o Cabal Pombo, la Simón Bolívar o antigua carretera al mar, perdió importancia dejó de ser vía nacional y quedó relegada a vía terciaria regional, sumida en el abandono y el olvido.

Después de los años 70, por la necesidad de la construcción de la hidroeléctrica del Alto Anchicayá y de la explotación de los pinos por Cartón Colombia, la carretera se hizo indispensable y fue mejorada.

SAN JOSÉ DEL SALADO

Nos bajamos del bus y fuimos a buscar en dónde desayunar, al lado de la vía encontramos un local abierto, en donde había un horno de panadería encendido en el que un señor y una señora estaban fabricando pandebonos, hojaldras y arepas; compramos de los tres productos y café, los probamos y experimentamos un gran placer al saborear el delicioso sabor de los pandebonos, de las hojaldras y de las arepas.

san jose del salado pandebono picoloro ecoturismo

El Parque

Después de terminar de comer, nos dirigimos hacia el parque, una amplia zona verde con grandes árboles, que estaba al lado de la carretera. En el lado derecho en la esquina estaba una casa grande de un piso con alero, de fachada de ladrillo a la vista y sobre uno de sus muros había un escudo redondo incrustado y adornado, en el que se leía: Casa del Encuentro, Nuestra Señora de la Consolación.

Enseguida se levantaba otra soberbia casa grande de un piso, con andén y alero, su fachada lisa y limpia, pintada de blanco y su zócalo de amarillo, tenía 2 puertas y 4 ventanas pintadas de verde; un perro echado sobre el andén levantó la cabeza para mirarnos.

En la zona verde, estaba la estatua de la virgen con su manto azul y túnica blanca, sobre un pedestal y cerca estaba expuesta una pieza grande de metal, que parecía que era parte de una turbina de hidroeléctrica. Más allá estaba una vistosa valla de madera protegida por un techo, en la que leímos:

Bienvenidos. Corregimiento San José del Salado. Conservamos el bosque seco. Abajo aparecían los logos y nombres de las entidades que patrocinaban este proyecto: la CVC, la PNUD de las Naciones Unidas, el Instituto Humboldt y el escudo del municipio de Dagua.

san jose del salado saman picoloro ecoturismo

En el centro se erguía un formidable samán, que con sus grandes ramas abiertas como un paraguas brindaba generosamente su sombra y sobre sus ramas revoloteaban y cantaban numerosos pajaritos entre ellos el bichofué.

san jose del salado bichofue picoloro ecoturismo

En otro lado, al fondo del parque, se distinguía una fachada, un vestigio de lo que fue una magnífica construcción de 2 plantas de ladrillo, con numerosas ventanas tapadas con sus puertas pintadas y hacia la izquierda vimos una capilla y la joya arquitectónica del lugar: la Torre Mudéjar.

La Torre Mudéjar

Ante nosotros se elevó resplandeciente, la esbelta torre pintada con cal blanca, y sus acabados perfectos. Partía del suelo sobre una base cuadrangular de 2,5 metros de lado y se alzaba hasta una altura de 9,6 metros.

san jose del salado torre mudejar picoloro ecoturismo

Estaba dividida en 2 cuerpos separados por una cornisa de ladrillo, cortados y organizados con exquisitas formas geométricas; en el primer cuerpo, de abajo se distinguía una puerta con arco redondo, que permitía el acceso al interior de la torre y una ventanita; en el segundo cuerpo se destacaba una ventanita de arco curvo, enmarcada en otro arco de ladrillos cortados en forma de filigrana y más arriba un triángulo formado por numerosos triángulos con tabletas de ladrillo.

Más arriba de este segundo cuerpo, aparece otra ventana de arco curvo y una cornisa sencilla que divide su última quinta parte, en donde estaba el campanario, que es rematada por otra bella cornisa y un techo de tejas de barro.

La torre fue construida en 1770, ordenada por el beato Andrés Guillermo Collazos y Esquivel, junto con la capilla doctrinera, para prestar los servicios religiosos a los hacendados y mineros, junto con sus esclavos y también a los viajeros que permanecían temporalmente en el lugar.

Al pasar el tiempo y por los cambios históricos la torre fue olvidada, hasta 1930 cuando fue redescubierta, debido al inicio de la construcción de la carretera Simón Bolívar. En 1980 la capilla original fue demolida y construida una nueva en su lugar.

Esta torre junto con la torre mudéjar de Cali, construida en 1772, son los monumentos más importantes del mudejarismo tardío en América, construidas por moros libertos o alarifes mahometanos bajo las órdenes de sacerdotes católicos.

Es un magnífico ejemplo de la arquitectura mudéjar aplicada a un edificio cristiano, con influencias del estilo hispano musulmán. Es un patrimonio cultural material no declarado aun oficialmente. Te puede interesar conocer otros datos de interés sobre esta Torre Mudéjar.

Después de apreciar este tesoro, que nos llenó de gozo y alimentó nuestro espíritu, decidimos iniciar la caminata.

por OMAR SALINAS HERNÁNDEZ
Picolorense