Cada vez que miraba los Farallones de Cali con curiosidad y asombro, desde algunos lugares privilegiados de la ciudad excepcionalmente despejados de barreras, como los edificios altos, que ocultan las montañas al occidente y obstaculizan la entrada plena a la ciudad de los vientos que vienen del pacífico, me asaltaba la idea de escalarlos y llegar hasta su máxima altura: Pico Pance.

La aventura de ascender por los Farallones hasta alcanzar Pico Pance me parecía difícil e improbable de realizar, debido a los comentarios que circulaban: que era extremadamente difícil, que exigía esfuerzos casi inhumanos, razones por las cuales solo unos pocos montañistas superdotados se atrevían a escalarlos.
Esta idea de la imposibilidad de llegar hasta Pico Pance, empezó a debilitarse el día en que el grupo Ecoaventura invitó a los caminantes a subir al pico, entre el 17 y 19 de agosto de 2007 y acepté la invitación, no obstante que para esa ocasión había estado inactivo y por lo tanto no tenía las condiciones físicas óptimas para emprender esa dura experiencia.
Escasa preparación y mal equipado
El viernes 17 de agosto a las 3 de la tarde iniciamos la ruta desde Pueblo Pance con el objetivo inicial de llegar hasta Paz y Amor a 2.000 msnm. Durante las 2 horas y media que duró el recorrido, lo hice con mucha dificultad, debido a mi escasa preparación física y además iba mal equipado, con una mochila pequeña, en la que no cabían todas las cosas que tenía que llevar, esto me obligó a llevarlas por fuera colgando, como un costoso y pesado saco de dormir, que perdí en algún lugar del sendero por el que caminaba.
Amor y Paz, último refugio hacia Pico Pance
Llegamos a las 5.30 pm a Paz y Amor, lugar donde el finado David Laguna había construido un rancho con madera, guadua, tendidos de plástico como paredes y techos de zinc.

Tenía un cuarto con camarotes rudimentarios que servía como dormitorio, otro rancho con paredes de bahareque estaba habilitado como cocina con un fogón de leña y ollas renegridas, también otro rancho con baño y lavadero que se valía del agua de un manantial, David lo ofrecía generosamente por una módica suma de dinero, como último refugio a los caminantes que iban rumbo a los picos, para que reposaran, se proveyeran de agua, se tomaran un tinto, disfrutaran de una breve conversación y continuaran su camino, o para los que decidían pasar la noche para continuar su recorrido el siguiente día temprano.

Estando en Paz y Amor me percaté junto con el grupo, que por mi deficiente condición física y por mi mal equipamiento, no era conveniente continuar y que debía quedarme esa noche para regresarme el día siguiente. Pasé la noche en ese lugar, acompañado de una pareja de esposos que también habían desistido de subir y David.

De izquierda a derecha
David Laguna, Omar Salinas su relator y la pareja de esposos
Al otro día nos levantamos temprano para desayunar y despedir al resto del grupo que continuó su marcha hacia los picos. Nos dispusimos a disfrutar de la estadía y decidimos pasar el día y otra noche para regresarnos el día siguiente.
Reconociendo Amor y Paz
Aprovechamos el momento para hacer un reconocimiento del lugar, era una mañana con el cielo colorido y alegre, los pájaros volaban contentos y se posaban sobre las ramas de los árboles. El lugar sobre el que estaba asentado Paz y Amor, era una planicie no muy amplia, cubierta de bosque alrededor de los ranchos, franqueada por las altísimas paredes de los farallones revestidas de espesos y verdes bosques.

En el reconocimiento que hicimos, aproveché para hacer fotografías de este maravilloso y placentero lugar de primigenia naturaleza.
Después nos dedicamos a preparar el almuerzo con los comestibles que habíamos traído y David se dedicó a peinar y acariciar una yegua que apacentaba en el lugar, y a recibir las visitas de los caminantes que se dirigían a los picos, se detenían por un momento para proveerse de agua y conversar; entre los visitantes recuerdo a Edgar Arias acompañado de un amigo y a un joven manco que hacia esa dura caminata solitario.

Conversando con David Laguna
Por la noche nos sentamos a conversar alrededor de una rústica mesa, alumbrados por las llamas de las brasas del fogón y de una vela, en el cordial diálogo que entablamos, David nos informó que él tenía título de licenciado en literatura e idiomas y había sido profesor en un colegio de Yumbo.
También nos contó historias de los numerosos caminantes que conoció fugazmente en su paso por su rancho, entre ellas las de una mujer extranjera que la subida y la bajada del pico le afectó gravemente sus riñones, criticaba a las personas que sin la preparación adecuada subían alegremente los farallones, se sometían a grandes sufrimientos y se exponían a lesiones; consideraba la caminata a Pico Pance como la extrema de las extremas.
Trató de leerme mi personalidad a través del tarot, dedujo que yo tenía características de ser un trabajador intelectual y no físico.
Mientras dialogábamos observábamos afuera a través de la puerta del rancho, la espesa oscuridad de la noche, interrumpida momentáneamente por el resplandor de las luces de las luciérnagas y sentíamos el silencio sobrecogedor, interrumpido por algunos sonidos de los animales habitantes de la noche, como el de un fino martilleo que era respondido por otro martilleo, David nos aclaró que esos sonidos eran emitidos por escorpiones, y que en las noches que pasaba solitario en su rancho, como un buen ermitaño, escuchaba rugidos de fieras y aseguraba que eran de un puma, que lo impresionaban y afectaban.
Dejando a David Laguna en su Paz y Amor
Consentidos por la frescura de la noche y arrullados por los armoniosos sonidos emitidos por los habitantes de la selva, dormimos placenteramente y amanecimos de muy buen ánimo, desayunamos y emprendimos la caminata de regreso descendiendo por el mismo sendero por el que habíamos subido hasta terminar complacidos en Pueblo Pance, nuestra inconclusa aventura.

Después de esta salida me enteré que David Laguna había muerto y que su cuerpo yacía enterrado al lado de su rancho en su amada tierra de los Farallones de Cali.

David Laguna con su hijo
Octubre 2008
En una posterior salida hasta Paz y Amor tuve la oportunidad de visitar su tumba, un sencillo túmulo de tierra al lado de otro túmulo que guardaba los restos de otra persona que había muerto fulminada por el rayo en Pico Pance, un pajarero que había venido de Bogotá.
por OMAR SALINAS HERNÁNDEZ
Picolorense
Alex González4 junio, 2020
Muy buena historia. Yo también sueño con ir a la cima de esa montaña y siempre q la veo desde cali le digo a mi esposo q esa es mi meta
Juan5 junio, 2020
Cuando lo conocí me di cuenta de una que era un personaje bien particular, en el buen sentido de la palabra. Me sueño en un futuro, que su esfuerzo, hoy Amor y Paz, sea una cabaña de PNN (con el mismo nombre, por supuesto) con algún bello homenaje a quien facilitó que tantas personas pudieran conocer los grandes picos de nuestros Farallones, a pesar del miedo/olvido con el que el Estado ha tratado las montañas de nuestro país. Espero que se pueda encontrar pronto una fórmula equilibrada para cuidar el ecosistema de arriba, sin «bloquear» la oportunidad que de muchas personas sigan conociendo los grandes picos, gigantes titanes que son recordatorios de nuestro insignificante lugar en este gran y bello ecosistema llamado planeta tierra.
Nelver8 junio, 2020
En su vida fue un hombre de aventuras, siempre buscando en su interior la parte natural q nos conecta con la tierra, siempre fue su llamado u en el murió. Primo siempre te recordaremos.Nelver
nelver9 julio, 2020
Paz a mi primo David
Alberto26 septiembre, 2020
En la aventura de la vida llegaste a tu ultimo sendero.
En tu nuevo camino, !Que tengas un buen viaje!. con «Amor & Paz».
Kreutler García Hans22 febrero, 2021
Saludos…..Huyyyy que recuerdos aquellos…nunca me olvidare del famoso ermitaño, el finado David Laguna. Nunca Olvidaré, cuando me perdí por un rato con él y un amigo, estando en Pico Pance. David dijo: «Estamos perdidos, esperen….hagan silencio…a la montaña no le gusta que le hagan ruido…quedemonos callados y esperemos a que la montaña nos muestre el camino». Estuvimos mas o menos 1/2 hora esperando, sentados y con David Fumando y Cantando canciones de la montaña, hasta que un momento la montaña se despejo y nos mostró que íbamos hacia el valle de los osos, así que esperemos un poco mas y después alcanzamos a divisar un mojón a lo lejos, el cual lo seguimos y la montaña nos ubico de nuevo en el camino y así divisamos de nuevo el camino… Esto sucedío en Abril de 2008. Gran Saludo René.
Jorge Roa19 diciembre, 2022
El gran experiencia mágica y qué gran ser humano David Laguna recuerdo que salvó mi vida en el año 2004 cuando yo ascendí por primera vez a su reserva llamada amor y paz en esa época se encontraba un grupo al margen de la ley ocupando ese territorio por unos días y yo fui un intruso en ese momento pero David Laguna con su gran elocuencia y sabiduría logró convencer a los dirigentes de aquel grupo armado de que yo era un turista con un espíritu aventurero y que venía a su refugio amor y paz con un propósito ascender a la montaña farallones de Cali y ellos eran los que se encontraban Cómo intrusos salvo mi vida logro qué no me fusilar a un año después volvía a subir Pero esta vez ascendimos juntos hasta pico pans y así continuamos por los segundos 2 años en cada mes de abril tendría muchas experiencias para contar de aquellos ascensos además de haber salvado mi vida con él también aprendí que la montaña completa está viva vi cambiar los climas al son de una canción acompañada con una flauta también me perdí y él me enseñó encontrar el camino en la montaña una vez casi muero de hipotermia y David me salgo nuevamente entregándome una candela la cual pude sostener encendida durante esa helada noche en la montaña lo recordaré siempre historias que contaré a mis nietos saludos a su esposa a sus amigos a sus hermanos y espero con todo mi corazón reencontrarme con él al terminar existencia. Espero poder volver nuevamente algún día mi país y poder regresar a ese mágico lugar saludos atentamente Jorge Roa